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lunes, 7 de marzo de 2011

Comienzos de la Lectura Veloz: Los Aportes Científicos

A principios del siglo XX las investigaciones neurofisiológicas arrojaban nuevas luces sobre los mecanismos de percepción visual. Los gabinetes de psicología experimental descubrían las leyes gestálicas (Wertheimer, Kofka). Quedaba aclarada la interrelación figura-fondo, la validez de los conjuntos, la superioridad del todo a la suma de las partes.

En los comienzos de la década del 30, ya la Sra. J.L. Anderson señalaba, en su celebre tesis, la importancia de las investigaciones sobre percepción visual realizadas por medio de aparatos muy especializados. Experimentos precisos demostraban que los movimientos del ojo son discontinuos, que para leer recorre la línea en una serie de saltos y pausas.

La lectura solo se produce durante las pausas. Esas pausas son irregulares en cuanto a numero y duración, variando según los individuos y también según las características del material de lectura. Las primeras conclusiones a partir de los trabajos de la Sra. Anderson ya entreveían la posibilidad de impartir mejores hábitos de lectura a cada individuo, disminuyendo el número de sus pausas por línea. El ojo podía ser educado para aprovechar también su mayor campo de percepción. Esta perfección de métodos podría ser alcanzada a condición de desarrollar la capacidad de lectura visual silenciosa, es decir, sustituir la lectura articulada -introauditiva - por una lectura mental directa.

De allí en adelante partiría el camino para la revisión racional de antiguas modalidades de lectura lenta. Se irían desarrollando nuevas técnicas por esa senda promisoria. Antes de la segunda guerra mundial si un observador no informado hubiese asistido a una sesión de trabajo en el FBI, seguramente se hubiera sentido desconcertado.

El material documental microfilmado se proyectaba para información de los miembros a una velocidad de pasaje que lo tornaba ilegible para nuestro hipotético observador. Es que el personal del FBI se encontraba entre los primeros adiestrados con las nuevas técnicas de Lectura Veloz. Técnicas que se fueron perfeccionando y utilizando cada vez con mayor frecuencia en distintos ámbitos de actividad profesional, científica y cultural.

Hoy día el método dinámico de Lectura Veloz ha pasado su etapa de prueba y perfeccionamiento y ha ingresado triunfalmente al patrimonio tecnológico de nuestra época. ILVEM pone ahora al alcance de todos las modernas técnicas dinámicas en el único curso integral dictado en Latinoamérica. Un curso teórico-práctico sencillo, rápido y eficaz que garantiza resultados óptimos.

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