ILVEM México

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jueves, 10 de marzo de 2011

Deja de ser un lector "a la antigua"

En plena era tecnológica, cuando el Internet se convierte en el quehacer común, cuando nos valemos a diario de los más revolucionarios avances en materia de medicina, transporte, comunicación, etc., ¿por qué seguir manteniendo invariados los mismos hábitos de lectura empleados desde tiempos bíblicos? Si es cierto que "el hombre es un animal de costumbres", también es cierto que puede ser dueño de sus costumbres.


Los tradicionales métodos de lectura también ya están comenzando a pasar a la historia. Ahora existe una metodología que permite poner la lectura a tono con nuestro tiempo: mayor velocidad y comprensión, mínimo esfuerzo y máximo rendimiento. Observa el siguiente ejemplo:




la distancia más corta entre dos puntos

Si al leer la línea anterior hubieses podido observar y cronometrar el movimiento de tus ojos mediante un taquicoscopio, habrías visto que tu mirada recorría la línea en un  movimiento discontinuo: saltos y pausas. Cada pausa - momento en que se produce la fijación y lectura real - te habrá tomado aproximadamente 0,05 segundos (cinco centésimos de segundo) y cada salto de ojo 0.02 segundos. Habrías comprobado también que necesitaste entre 7 y 15 puntos de fijación para la lectura de esa línea - según sea el campo de visión central que utilices actualmente -.

A continuación, ejemplificamos el recorrido visual del texto anterior al que nos fuerza el método tradicional de lectura. Hemos marcado las 12 pausas de fijación que necesita aproximadamente un lector común. Sólo en esa línea se habría invertido 0,84 segundos. 

la distancia más corta entre dos puntos


Ahora observa la misma línea de lectura marcada con el recorrido visual de un lector dinámico. A diferencia de las 12 pausas, éste lector realiza únicamente 3. Tú mismo puedes hacer el cálculo de tiempo; piensa en las fracciones de segundo que puedes ganar en cada línea de lectura y que se irán acumulando hasta ahorrarte horas de tiempo en un solo libro de texto. 

la distancia más corta entre dos puntos


Las técnicas de Lectura Veloz no sólo aumentarán tu campo visual, también dotarán de mayor velocidad a tus saltos de ojo y reducirán al mínimo tus tiempos de detención. Tu actual velocidad promedio de lectura al menos se triplicaría e incluso puede hasta decuplicarse luego de haber integrado como una habilidad la metodología ILVEM.


lunes, 7 de marzo de 2011

Comienzos de la Lectura Veloz: Los Aportes Científicos

A principios del siglo XX las investigaciones neurofisiológicas arrojaban nuevas luces sobre los mecanismos de percepción visual. Los gabinetes de psicología experimental descubrían las leyes gestálicas (Wertheimer, Kofka). Quedaba aclarada la interrelación figura-fondo, la validez de los conjuntos, la superioridad del todo a la suma de las partes.

En los comienzos de la década del 30, ya la Sra. J.L. Anderson señalaba, en su celebre tesis, la importancia de las investigaciones sobre percepción visual realizadas por medio de aparatos muy especializados. Experimentos precisos demostraban que los movimientos del ojo son discontinuos, que para leer recorre la línea en una serie de saltos y pausas.

La lectura solo se produce durante las pausas. Esas pausas son irregulares en cuanto a numero y duración, variando según los individuos y también según las características del material de lectura. Las primeras conclusiones a partir de los trabajos de la Sra. Anderson ya entreveían la posibilidad de impartir mejores hábitos de lectura a cada individuo, disminuyendo el número de sus pausas por línea. El ojo podía ser educado para aprovechar también su mayor campo de percepción. Esta perfección de métodos podría ser alcanzada a condición de desarrollar la capacidad de lectura visual silenciosa, es decir, sustituir la lectura articulada -introauditiva - por una lectura mental directa.

De allí en adelante partiría el camino para la revisión racional de antiguas modalidades de lectura lenta. Se irían desarrollando nuevas técnicas por esa senda promisoria. Antes de la segunda guerra mundial si un observador no informado hubiese asistido a una sesión de trabajo en el FBI, seguramente se hubiera sentido desconcertado.

El material documental microfilmado se proyectaba para información de los miembros a una velocidad de pasaje que lo tornaba ilegible para nuestro hipotético observador. Es que el personal del FBI se encontraba entre los primeros adiestrados con las nuevas técnicas de Lectura Veloz. Técnicas que se fueron perfeccionando y utilizando cada vez con mayor frecuencia en distintos ámbitos de actividad profesional, científica y cultural.

Hoy día el método dinámico de Lectura Veloz ha pasado su etapa de prueba y perfeccionamiento y ha ingresado triunfalmente al patrimonio tecnológico de nuestra época. ILVEM pone ahora al alcance de todos las modernas técnicas dinámicas en el único curso integral dictado en Latinoamérica. Un curso teórico-práctico sencillo, rápido y eficaz que garantiza resultados óptimos.