¿Cómo leemos?
En condiciones normales de iluminación, Ia lectura depende de una información visual que es proporcionada por los ojos y de otra proporcionada por el cerebro. En la mente se encuentra incorporada la estructura profunda del lenguaje, que es imprescindible para captar la estructura superficial, representada por el mensaje escrito.
La lectura y el cerebro
Cuando leemos no recibimos pasivamente sino que se trata de una búsqueda dirigida, el cerebro construye activamente lo que ve, utilizando mecanismos como la constancia visual, fenómeno que le permite lograr estabilidad, pese a la perspectiva siempre cambiante que le ofrece el movimiento incesante de los ojos.
Se ha constatado, usando como unidad de medida el milisegundo, que la fijación que necesita realizar el ojo para leer, después de cada salto, es de alrededor de 50 milisegundos. En ese lapso, se capta toda la información que el cerebro puede recibir y procesar.
La fijación de la mirada, actúa de diferente manera, según el significado que posea el material. Cuando la misma se realiza sobre un grupo de 4 ó 5 palabras con sentido, se podrán leer y comprender alrededor de 500 palabras por minuto. Pero el salto hacia la nueva unidad con sentido, deberá realizarse cuando el cerebro haya procesado la anterior - en caso contrario se lo abruma y se le impide decidir.
El problema de la lectura es determinar qué leeremos: letras, sílabas, palabras o significados. Los que asocian lectura con letras, sílabas o palabras, generalmente privilegian el sonido y de esta manera aminoran la velocidad, al limitarla a la del habla o a la de la escucha, mediante mecanismos de repetición lingual, sublingual o mental.
En este caso el lector utiliza un circuito complicado: vista - habla - oído -cerebro. Por el contrario la lectura veloz produce un mecanismo directo vista - cerebro. La lectura lenta produce una disminución de la comprensión, ya que ésta tiene que ver con lo más que se pueda abarcar, es decir con la unidad de pensamiento, a la que definimos como el conjunto de palabras que poseen un sentido propio. Además el ojo disminuye su visión ante un material sin significado.
La técnica de lectura veloz incorpora un componente básico de diagnóstico de las dificultades en la lectura. A través de pruebas psicotécnicas que miden en forma coordinada la velocidad - o PLM - la tasa de comprensión y el resultado de la multiplicación de ambos: las palabras comprendidas por minuto - PCM -. Para ello se cronometran las lecturas en textos estandarizados y se utiliza como unidad de medida el minuto. Otros instrumentos de medición son el taquicoscopio y el software, que permite procesar textos sin el riesgo de relecturas o fallas humanas.
- Horacio Krell - Fundador ILVEM Internacional
- Horacio Krell - Fundador ILVEM Internacional
¿Su metodo de verdad funciona?, o es como el de las tecnicas americanas de estudio.
ResponderEliminarEstimado Julio César,
ResponderEliminarTe comento que nuestros método está completamente probado y garantizado. Con este método al menos lograrás triplicar tu velocidad de lectura actual e incrementarás tu comprensión para llegar cerca del 100%. Además, contarás con un software o un sistema de e-learning (de acuerdo a la modalidad que prefieras) con el que podrás practicar desde tu casa y llevar un control de tus avances durante el curso. Nuestros instructores están para asesorarte a lo largo de todo el proceso.
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